VASO DE ELECCION

" El desarrollo de las nuevas tecnologías, y en su dimension más amplia, el mundo digital, representan un gran recurso para la humanidad en su conjunto y para cada persona en su singularidad de su ser y un estímulo para el debate y el diálogo.Pero constituyen también una gran oportunidad para el creyente.Ningun camino, puede ni debe estara cerrado a quien a nombre de Cristo resucitado se compromete a hacerse cada vez más cerca del ser humano. Queridos sacerdotes os renuevo la invitación para asumir con sabiduria las oportunidad específica que ofrecen los nuevos medios de comunicación. Que el Señor os convierta en apasionados comunicadores de la Buena Noticia en la nueva "agora" que han dado a luz los nuevos medios de comunicación" (Mensaje Papa Benedicto XVI para la 44a Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.24 de enero 2010)

Asumimos como nuestro la invitación de su santidad. Este blog es una contribución de mi papel como laico en este AÑO SACERDOTAL. "Vaso de elección" : así el Señor señaló a Pablo, antes del inicio de su vida apostólica.Los sacerdotes son, en gran medida, vasos de elección. Quisiera en este blog dar testimonio de sacerdotes que en la Diocesis de Valparaíso han sido "vasos de elección" .Hombres que Dios a elegido para ser ministros de su Palabra. Como se dijo de san Alberto Hurtado "un fuego que encendía otros fuegos"
Publicado por Raul Providel Sanhueza en 19:57

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martes, 21 de mayo de 2013

                                 PRESBITERO PEDRO RUBIO NAVIA


 
Nació el 28 de octubre de 1920 y fue ordenado el 22 de mayo de 1948

El padre Rubio fue un sacerdote muy conocido en nuestra diócesis. Fue profesor de la Universidad Católica, del Colegio Seminario, de varios colegios, entre ellos el MacKay.

OBISPO DUARTE

"Fue un hombre que se destacó por su preparación, por su inteligencia. Por su agudeza intelectual, por el apasionamiento con que él defendió siempre sus puntos de vista. Fue un hombre interesante el Padre Rubio", comenta el obispo de Valparaíso, monseñor Gonzalo Duarte García de Cortázar.

Recordó que el padre Rubio fue también polémico.

Según comentó, hasta el final el sacerdote mantuvo su lucidez intelectual. "Estando muy enfermo en el hospital, seguía dictando artículos para La Estrella, porque a pensar de estar físicamente mal, nunca perdió la agudeza y lucidez intelectual. Estaba muy inteligente", comenta el pastor.

SACERDOTE AMIGO

Por su parte, monseñor Jaime Da Fonseca párroco de Quilpué,
recordó que el padre Pedro Rubio,  que en su vida el Padre Pedro Rubio fue profesor de la UCV, del Seminario San Rafael, del colegio MacKay, y tuvo una posición anticipada a los tiempos con relación a las comunicaciones sociales.    
El sacerdote instaló un estudio de grabación en calle Juana Ross, al lado de la Parroquia Los Doce Apóstoles, que se llamaba "Salterre".

"Allí -recuerda el padre Da Fonseca- con escasos medios, pero con mucho entusiasmo comenzó a grabar radioteatros que tuvieron un gran éxito. Siempre en esas producciones, estaba presente el elemento de educación, la moral, fue en ese sentido fue muy celoso de llegar donde los demás sacerdotes no llegaban".

"En ese sentido, curiosamente, él nunca fue párroco", recuerda el religioso.

Efectivamente, en sus 53 años de sacerdote, el padre Rubio estuvo siempre en otros lugares, en la educación, la radio. "No fue periodista en el sentido de los periodistas titulados de hoy día, pero fue periodista en el sentido que siempre estuvo presente en los medios de comunicación", acota.

El padre Rubio nunca rehuyó la polémica. En una columna "Buenas Tardes", del diario La Estrella, él estuvo permanentemente planteando su posición en tema de actualidad.

CONSEJERO ESPIRITUAL

Según recuerda el párroco, el padre Rubio sintió en los últimos 20 años el llamado profundo de sentarse al confesionario y se dedicó sábados y domingos a confesar. Mucha gente encontró en él a un consejero espiritual.

Escogió la parroquia de Quilpué, Nuestra Señora del Rosario y también en la Parroquia Santa María, Madre  de  la Iglesia de El Sol ejerció esa labor.

"El dedicó mucho tiempo a la dirección espiritual. El domingo en la tarde, él atendía a muchas parejas y jóvenes que tenían problemas, ya sea de pareja. Es difícil hablar de una labor tan silenciosa y tan oculta a los ojos humanos, pero yo veía como él ayudaba a muchas personas en sus crisis familiares, crisis de fe", precisó el sacerdote.

LAGUNILLAS

El día lunes, el padre Rubio subía a un taxi colectivo con quien tenía un trato que lo devolvía a su casa paterna, en La Palmilla, en Lagunillas.

Esa es una propiedad de secano que le dejaron sus padres y donde él tenía su capilla, su oratorio. Ahí mantuvo su casa hasta siempre.

Desde allí, enviaba cada semana sus artículos a La Estrella.

Entre los aspectos más destacados de su paso por La Estrella, el padre Rubio escribió la Vida de María, que el diario publicó en separatas hace unos 20 años. La terminó el 8 de diciembre, en homenaje a la Virgen de Lo Vásquez.
El padre Pedro Rubio   el día martes   28   de noviembre del  2001,a las 15.00    hrs. a los 81 años de edad, en el Pensionado del Hospital Van Buren de Valparaíso.

 
FUNERALES

 

Se le revistió con sus ornamentos sacerdotales, ya que a los sacerdotes se les sepulta revestidos como para la misa

En ese momento también estaban su sobrina Diana Rubio, una ahijada que él quiso mucho y el profesor Víctor Rojas y su esposa, y las monjitas del Hospital Van Burén.

A sus exequias concurrirán tres obispos, monseñor Gonzalo Duarte García de Cortázar, monseñor José Manuel Santos, y el ex obispo de Temuco, monseñor Sergio Contreras.
 
AMIGO   PERSONAL.
Tuve la oportunidad  de conocer muy de cerca al padre Pedro Rubio y  visitarlo frecuentemente en su parcelita  de lagunillas. En sus viajes a Quilpué   pasaba a mi casa y solía regalar a mis  hijos harina  tostada  del campo  fresquita que traía de Lagunillas. Solía tener largas conversaciones  con él de  diversos temas relativos no solo a la Iglesia. Ningún  tema le era  ajeno.  Gran conocedor de la literatura, la filosofía, la psicología,  historia universal.  Conocía   "al dedillo" la historia  de la iglesia.. Nos trataba con cariño a quienes  estábamos cerca de él. Nos decía "patroncitos"   y  nos invitaba a compartir  siempre una buena cazuela de campo. Inolvidable las meditaciones de Viernes  Santo  a  que siempre era invitado a la  querida Parroquia de  El Sol.  UN SACERDOTE EXTRAORDINARIO.  (Autor: Raúl  Próvidel  Sanhueza)

UN SACERDOTE “SEGÚN EL CORAZON DE DIOS”



               PADRE JAIME FERNANDEZ  SANFUENTES





Quillotano de nacimiento (1923); fue alumno de los Hermanos Maristas desde el Kinder hasta el sexto año de Humanidades, como se llamaba entonces el “Cuarto de Enseñanza Media”.
Desde muy joven fue buscando su rumbo a futuro: de niño le gustó ser
como sus maestros: Hermano Marista; como adolescente pensó ser médico neurólogo; pero el contacto espiritual con San Alberto Hurtado, el conocer y participar en la Acción Católica y el trabajo de profesor voluntario en una escuela nocturna para obreros, como la que nuestro colegio tuvo en la Calle victoria, lo llevaron a incorporarse al clero secular. Ingresó al Seminario de los Ángeles Custodios, el Pontificio de Santiago en 1942.
El 23 de Septiembre de 1950 fue ordenado sacerdote por el obispo de Valparaíso, don Rafael Lira Infante. Se inició en labores sacerdotales como inspector y profesor del Seminario Menor diocesano San Rafael.
En 1957 fue nombrado Párroco de Algarrobo, lugar donde conquistó el aprecio de sus habitantes, ricos y pobres.
En 1960 fue trasladado a Valparaíso. Los algarrobinos llegaron en caravana a solicitar la anulación del traslado.
El Obispo, más tarde cardenal de la Iglesia, don Raúl Silva Henríquez, solucionó el problema nombrándolo Rector del Seminario Menor diocesano y en el mes de Julio de 1960 Rector del Colegio Episcopal San Rafael, “sin perjuicio de sus tareas de párroco de Algarrobo”
Así, don Jaime, tenía laboriosos fines de semana y los otros días: Colegio Episcopal, Seminario Menor y más adelante Vicario Episcopal para la Educación.
Tareas pesadas, no sólo por las obligaciones económicas, sino, además porque apareció en la Iglesia Católica la tendencia a “deshacerse de los colegios y escuelas” para privilegiar otras necesidades pastorales.


Para don Jaime la escuela era “el” campo por evangelizar que acunaba niños, jóvenes, familias, profesores, auxiliares: “campo grande con mucha mies y pocos trabajadores” (Lc. 10,2)
Como consecuencia de ello, fue gran propagador de que “el profesor católico es un evangelizador”, verdad que el concilio Vaticano II ratificó.
Como Rector de este colegio nuestro, entregó responsabilidades concretas a los profesores civiles haciéndolos participar en la tarea educacional de la Iglesia.
Un ámbito escolar del Colegio Episcopal muy querido y cuidado por el Rector don Jaime, fue el internado en el cual acogía a muchos alumnos que, por esos años vivían “muy lejos” por difícil locomoción. Eran familias de escasos recursos. Los ayudaba trayendo no sólo escolares “básicos” y “medios”, sino también auxiliares para el servicio del colegio desde Algarrobo, Casablanca, Lagunillas a los que los motivó al estudio nocturno y así los capacitó para un mejor bienestar para sus futuros hogares.
Hacia 1970 Chile era un país inquieto en todo campo: político, laboral y también educacional
Un proyecto del gobierno de entonces llamado “ENU” (Escuela Nacional Unificada) puso en serio peligro las bases y raíces de la educación particular, incluidos los colegios católicos, y, en Valparaíso, contaba con el apoyo de un “Sindicato de Colegios Particulares”
El Rector Fernández como Vicario para la Educación y activo miembro de la Fide, se lanzó a la palestra en defensa de las escuelas y colegios católicos dando a conocer el pensamiento de la Iglesia; visitando, conversando y hasta publicando el impreso de un folleto al respecto.
Esa sobrecarga de trabajo lo superó y de acuerdo con el Obispo don Emilio Tagle, fue entregando la tarea académica, económica y disciplinaria en manos del Profesor Hernán Johnson Hoses, con el titulo de Director.
Con pesar, tuvo que prescindir de su obra social y pedagógica predilecta: el internado.
Hubo también alegrías y satisfacciones, como haber sido el “Rector de los Cien Años de Juventud” como se le llamó al centenario de la casona de Santa Elena 74.
La otra que lo hace aun más benemérito fue fundar el Seminario Mayor que inició su andar en habitaciones del Colegio Episcopal y poco a poco a independizarse de tal forma, como hoy se ve junto al Santuario de la Purísima de los Vásquez. Por años ha sido su rector y ha coronado su obra sacerdotal, formando muchos sacerdotes.
Los últimos años fueron de Algarrobo y para Algarrobo.


El jueves 19 de Abril DE 2012 , a las 17 horas falleció en la clínica de la Universidad Católica , víctima de una larga enfermedad cristianamente soportada por su inquebrantable fe y la compañía de su obispo don Gonzalo Duarte y de numerosos amigos y ex alumnos.